miércoles, octubre 19, 2005

sin

Era un pueblo sin mar. Un lugar escondido entre dos montañas de un país extranjero. Yo estuve allí una vez. Estuve con Juan. Entonces, el cielo sólo tenía estrellas. Las casas no sé de que color eran. Sólo recuerdo su textura rugosa.
No ví nada más. Mis recuerdos de aquel día no se forman con imágenes. Ni siquiera en blanco y negro. Pero los ojos los tenía abiertos. Era de noche. Y no sé si había bombillas en la calle principal. Creo que pasé por allí, una vez al menos, o eso dice Juan.

1 comentario:

el_hombre_que dijo...

jaja, tiene guasa que el primer comentario que te han puesto sea de publicidad.
El texto me gusta. o eso dice juan.