sábado, abril 08, 2006

horas de autobus:

Sonrío muy deprisa. Me reinvento en un 95%. Mis deseos tienen un 30% de deseo. Les falta algodón, algunos ingredientes y un podo de realidad. Un 5% lo reservo para los días semi-tristes con tendencia al vacío. Ese 5% se llama Yo. Cuando despierte me compraré un billete. Los deseos no son caros. La vida sí vale dinero. Aunque podría ser más barata. Pero los deseos son preciosos y la vida también.